Señor Patricio Gallardo

Administrador

Diario Putaendo Informa

Presente

Putaendo, 20 de octubre de 2023

Estimado Patricio:

Un grupo no menor y en permanente crecimiento de vecinos de Putaendo, nos dirigimos por la presente a Usted y a este medio de amplia difusión en la comuna, para expresar nuestro gran descontento con el plan de la Municipalidad de Putaendo de sembrar de los llamados “lomos de toro” las calles de la comuna, y particularmente las vías de Quebrada de Herrera de donde somos los mayoría de los representados en estas letras.

Los lomos de toro o reductores de velocidad se han convertido en una epidemia en nuestro país, y los que utilizamos las vías para trasladarnos, para trabajar o simplemente para pasear por  ciudades y campos estamos ya cabreados con estos elementos que en forma deliberada obstaculizan el andar y el uso racional de las calles.

Los lomos de toro se han extendido por todos lados con el pretexto de regular la velocidad y prevenir accidentes, hasta en los lugares más increíbles, pero sólo contribuyen a causar problemas a los usuarios.

Los reductores obligan al conductor a bajar la velocidad de desplazamiento incluso en algunos tramos rectos y largos de calles a no más de 30 km/hr, si es que a no menos si su curvatura es mucho más agresiva y más traumática, siendo que la velocidad urbana máxima es de razonables 50 km/hr. En ocasiones, cuando se trata de un camión o de una maquinaria, la reducción debe de ser aún mayor, causando la detención  total del tráfico hacia atrás del vehículo, como lo sufrimos todos los días por ejemplo con las demenciales colas que se generan en la curva de la Punta del Olivo tanto hacia San Felipe como hacia Putaendo, por la mañana y por la tarde. Un total y absoluto desastre.

No hace falta ser genio para darse cuenta de que la presencia de los lomos de toro hace que se deterioren y gasten  precozmente los frenos y la suspensión del vehículo, se genere más polvo particulado con componente de caucho de los neumáticos, que se enlentezca el tráfico en general generando más consumo de combustible, más polución ambiental, más estrés sobre los conductores, más atrasos y pérdida de tiempo y más molestia y frustración en los usuarios de los caminos.

Muchos de los lugares ya marcados para instalar los lomos de toro en los caminos de Quebrada de Herrera son absolutamente absurdos, como habrán notado los que usan las vías en forma regular, y no hay ningún motivo que haga suponer que exista una razón lógica para su instalación.

Conducir un automóvil, una moto o un camión, es un privilegio que se adquiere al aprobar el exámen de conducción, y no se necesita que la Municipalidad le esté recordando a uno cada cien metros que las curvas e intersecciones viales son lugares donde se debe siempre prestar atención.

Asimismo, no suena adecuado ni es legítimo que algunas agrupaciones o particulares pidan o “exijan” que se instalen reductores de velocidad cerca de las salidas/entradas de sus condominios o calles porque a ellos se les ocurre o porque los autos pasan ”muy rápido” en su opinión.

No existen los cruces ni las curvas peligrosas, sólo existen las vías mal señalizadas y los conductores y los peatones imprudentes. Ellos son los que causan los accidentes, y los lomos de toro asumen que todos, absolutamente todos los conductores son imprudentes delincuentes y que tienen que ser castigados a priori haciéndoles difícil su paso por el lugar.

Imaginen un lomo de toro por cada intersección de cada calle, en cada salida de autos, en cada cruce de peatones, en cada ciudad, en cada camino. Nos estamos acercando ya?

Una aclaración al margen: “bien señalizado” no significa una señalética gigante de lata, pagada con muchos, muchos millones de pesos de los impuestos de cada uno, instalada en el lugar equivocado y que apenas cabe en la vera del camino, tan cerca del mismo que con frecuencia es pasada a llevar por los camiones. Tampoco se refiere a miles de caros objetos plásticos reflectantes pegados con un caro pegamento a escasos centímetros unos de otros por largas extensiones de las vías.

El lomo de toro es el equivalente a que la Municipalidad no repare los baches y hoyos de los caminos para que los conductores no circulen “muy rápido”.

Los reductores instalados en las zonas de escuela o pasos de peatones tampoco tienen razón de ser, ya que la ordenanza del tránsito decreta que estos lugares deben ser apropiadamente señalizados y los conductores deben seguir las indicaciones que se estudian en el proceso de obtención de licencia mencionado más arriba. Si hay alguien que no respeta esas ordenanzas no son todos los demás miles de otros conductores los culpables o responsables solidarios de ese acto, por eso de que uno es inocente hasta que se demuestre que es efectivamente culpable.

Además, en el caso de los colegios o centros de salud o centros comerciales,  existe un horario de entrada y salida crítico o un horario de atención en que el flujo de peatones y de autos puede ser mayor y para ello existen muchas alternativas de manejo de la situación según la demanda,  pero los lomos de toro permanecen allí en forma eterna, día, tarde y noche, alterando eternamente el tráfico.

Para hacer la situación aún más descabellada, nuestra querida comuna es una comuna eminentemente rural, con recursos limitados y más bien escasos, y que se destine una cantidad estrafalaria de dinero, más que sospechosa, para proyectar y construir una cantidad exorbitante y absurda de lomos de toro parece más que fuera de lugar. Imaginamos todos, con razón, que hay otras muchas necesidades donde esos recursos se pudiesen emplear con mejor destino y mejor provecho para los habitantes de  Putaendo.

Con todo, si el municipio persiste en la acción de obstaculizar el tráfico y hacernos la vida más difícil con la instalación de estos benditos reductores de velocidad y de malgastar los recursos en vez de hacer las vías de la comuna más seguras, expeditas y agradables, los vecinos organizados, que somos muchos y cada vez más, hemos decidido que no pagaremos de ahora en adelante el permiso de circulación anual de nuestros vehículos en la Municipalidad de Putaendo.

Esta acción, simple pero poderosa, se hará más extensa y masiva no porque nosotros la propongamos, sino porque es más que evidente que los afectados somos precisamente todos los que usamos las calles y carreteras, y no queremos que el fruto de nuestro arduo trabajo se emplee inadecuadamente y en nuestra propia contra.

Sin otro particular, saludan atentamente a Usted,

Mauricio Pairoa, Manuel Henríquez, Viviana Herrera y decenas de Vecinos más.

Vecinos de Quebrada de Herrera, Putaendo.