Por:el Kinesiólogo Mario Salazar Aravena, licenciado en Kinesiología, con experiencia en el área de rehabilitación Hospitalaria y deportiva, con el apoyo de la Kinesióloga, Rocio Gonsalez Rojas, diplomada en prescripción y aplicación del ejercicio basado en la evidencia UCH.

 

¿Se puede reducir el uso de fármacos? Y si es así, ¿Como se puede hacer?

 

Cuando nos enfrentamos a una patología, a la mayoría de nosotros, se nos viene de inmediato a la cabeza que tendremos que usar fármacos para combatirla. ¿Pero se detienen a pensar que hay formas y métodos que ayudan de forma muy efectiva a combatir estas afecciones?

Entonces aparece un método, que para muchos no es usado; es mas económico, al alcance de todos y menos estresante para nuestro organismo. ¿Cuál es? Fácil, EL EJERCICIO FÍSICO.

Este método nos ayuda a mantener y recuperar la salud. Definamos que salud es el estado de bienestar físico, mental y emocional.

 

Durante la atención medica, los métodos más utilizados son en su mayoría muy costosos, complicados y dañinos. ¿Alguna vez en una consulta médica, el especialista les ha preguntado si usted realiza alguna actividad física? Rara vez es así. Ni tampoco les menciona los efectos generados por el uso mantenido de un fármaco.

 

Detengámonos en el uso de los fármacos; estas son sustancias sintéticas que generan efectos secundarios. Estos últimos en ocasiones no se manifiestan, pero existe el gran riesgo que estos se muestren generando efectos deletéreos.

Estos efectos terribles tienen lugar cuando el cuerpo se adapta a los cambios químicos o genera alteraciones en otros sistemas donde el fármaco no genera el efecto principal.

Uno de los casos, es el efecto que generan la mayoría de los fármacos a nivel renal.

Hay que saber, además, que no existe ninguna sustancia química entre los fármacos, que nuestro cuerpo no sea capaz de sintetizar. La diferencia radica en que nuestro cuerpo las genera de forma natural, en cambio los fármacos son sustancias sintéticas que alteran el sistema.

 

“La Comisión Europea estima que las reacciones adversas a los fármacos son responsables de la muerte de 200.000 europeos cada año. A todas estas muertes hay que sumar también los millones de pacientes que cada año sufren daños graves e incapacitantes debido a los fármacos que toman”.

 

Si esto lo llevamos a la realidad chilena, debemos decir que el uso de fármacos ha ido en aumento estos últimos años gracias a la aparición temprana de enfermedades tales como la diabetes mellitus e hipertensión arterial.

Según el INE, las enfermedades de condición crónica o patologías de larga duración han tenido una sostenida alza en Chile: entre 2011 y 2014, por ejemplo, los fallecimientos por diabetes tipo 2 subieron un 56%, de 1.490 a 2.322, mientras que por hipertensión el aumento fue de 3.488 a 5.676, es decir, un 63%.

 

Desde el punto de vista del ejercicio, generando una planificación física y una dieta equilibrada, se dará punto de partida a una efectiva rehabilitación integral que nos llevará a una mejor calidad de vida, eliminando una buena cantidad de riesgos asociados al uso mantenido de los fármacos.

 

Revisemos algunas patologías en donde el ejercicio ayuda a prevenir y tratar durante todo el desarrollo de la enfermedad 

 

Ansiedad y depresión: El ejercicio físico reduce los efectos del estrés en el organismo, y debería ser una parte importante en el tratamiento de cualquiera de esos trastornos. Además, la actividad física estimula la producción en el cerebro de ciertas sustancias químicas que son muy importantes para el estado de ánimo.

 

Artritis: Un tipo de ejercicio físico adecuado puede ser una ayuda para enfrentarse a diversos tipos de artritis. Así, por ejemplo, la natación es una buena opción para quién sufre artritis reumatoide, ya que se trata de un ejercicio que no afecta negativamente a las articulaciones. Las actividades físicas que se realizan inadecuadamente, como correr sobre una superficie dura o levantar pesas con una técnica errónea pueden agravar la artritis.

 

Cardiopatías: El ejercicio físico reduce el riesgo de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares. Parte de este efecto se debe al descenso del colesterol y los triglicéridos y al aumento del colesterol HDL. Además, el ejercicio también ayuda a reducir los efectos del estrés, otro gran factor de riesgo de las cardiopatías. Otra consecuencia positiva de la actividad física es que fortalece el músculo del corazón. Sin embargo, quién ya sufra alguna cardiopatía es imprescindible la supervisión médica y seguimiento del cualquier programa de ejercicio físico.

 

Desintoxicación: El ejercicio físico, cuando se practica regularmente, es muy adecuado para un tratamiento de desintoxicación, ya que activa la circulación sanguínea y el drenaje linfático. Además, con el ejercicio se suda, algo que estimula la desintoxicación.

 

Diabetes: El ejercicio físico estimula la actividad de la insulina, reduce el colesterol total y los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL, el llamado colesterol bueno. También estimula el flujo sanguíneo, el cual suele obstruirse cuando se tiene esa enfermedad.

 

Estrés: Una de las técnicas más efectivas para aliviar los efectos del estrés en la mente y en el cuerpo es el ejercicio físico.

 

Fatiga: Cuando gastamos energía, en realidad la aumentamos, y también la vitalidad. Esta es la paradoja del ejercicio físico: funciona bien y aumenta el nivel de energía siempre que se efectúe dentro de los límites físicos de cada persona.

 

Osteoporosis: Los ejercicios con pesas estimulan el crecimiento de las células óseas y, por consiguiente, aumentan la densidad de los huesos. En realidad, la natación y otras actividades físicas que comportan menos ejercicios de carga son, asimismo, eficaces. Por ello, el ejercicio es tan importante a la hora de prevenir osteoporosis y contribuir a su tratamiento.

 

Síndrome premenstrual: El ejercicio realizado de manera regular es de gran ayuda para las mujeres que sufren regularmente el síndrome premenstrual.

 

Sistema inmunológico: El ejercicio moderado fortalece el sistema inmunológico. El riesgo, por ejemplo, de sufrir cáncer de mama es menor en las mujeres que realizan algún tipo de ejercicio físico. Pero es importante destacar que un entrenamiento excesivo, como el que a veces siguen los corredores de maratón, por ejemplo, puede llegar a inhibir el sistema inmunológico. Por ello una correcta planificación y supervisión es la clave.

 

De acuerdo a lo señalado y comparado, el ejercicio demuestra con grandes argumentos que generan una mejoría en la calidad de vida en personas que sufren distintas patologías. Es necesario antes de empezar una rutina de ejercicios tomar la asesoría de un especialista, de modo de seguir un esquema que apunte a las necesidades de cada persona sin generar perjuicios en la existente patología. Además, es sabido que, en la comunidad chilena existen distintas agrupaciones y programas que apuntan a mejorar las capacidades físicas en función a prevenir y disminuir las patologías.

Invito a la comunidad a informarse de manera más acabada de como se puede prevenir y luchar contra estas patologías de manera más natural apuntando a una mejor calidad de vida.

 

 

 

Por:

 

                                                KLGO. Mario Salazar Aravena

                                                         Lic. En kinesiología

                 Con experiencia en el área de Rehabilitación Hospitalaria y deportiva.

                                                     Con Colaboración de:

                                                KLGA. Rocío González Rojas

   Diplomada en Prescripción y aplicación del Ejercicio Físico Basado en la Evidencia. UCh.