Mientras millones de chilenos celebraban las Fiestas Patrias, crianceros de Putaendo se dirigieron a la cordillera con sus animales. En ese lugar los dejan para que mueran, porque no los pueden enterrar en sus terrenos por el alto costo.
En tanto, el panorama para los crianceros no mejora, y han comenzado la procesión a la cordillera para que sus animales mueran ahí y no en sus tierras.
Esto porque sepultarlos significa un alto costo, el que no pueden pagar por la precaria situación económica en que se encuentran, debido las pérdidas constantes y crecientes en su actividad productiva.
Freddy Moreno, vocero de la agrupación de crianceros de Putaendo, comentó que han perdido esperanza en la ayuda prometida por el Gobierno.
El sentimiento de los crianceros en general es que el Gobierno no tiene un real interés en entregar la ayuda, esto por las demoras en tomar acciones para salvar a los animales, y por consecuencia a las familias que los crían, ya que muchas no tienen qué comer. Incluso algunas personas han comenzado a tener problemas de salud mental.
De hecho, a comienzos de septiembre, un criancero, adulto mayor de 83 años de la localidad de Chincolco, se quitó la vida al no poder alimentar a sus animales.
Es por eso que dentro de la ayuda que han recibido de particulares está la del grupo Ciudadanos y Clima, del cual participa Edith Saa, psicóloga, quién ya se está organizando con crianceros del sector para realizar un catastro de las familias, detectar en qué estado de salud mental se encuentran y analizar cómo intervenir oportunamente para evitar tragedias.
Sólo en Putaendo son alrededor de 270 familias que aún no han recibido ningún tipo de ayuda económica o física por parte del Gobierno, esto ya que no se encontraban registradas en Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap) al momento de entregar el bono para la compra de alimentos y agua para los animales.
En la comuna ya han perdido cerca de 5 mil cabezas de ganado.
Entre más demora la ayuda, más complejo es el panorama. Los requerimientos se suman, como alimentos y agua para los animales y ayuda en el servicio de entierro de los que han muerto para evitar problemas sanitarios.
Además, también se requiere una revisión de las condiciones sanitarias actuales en las que están viviendo las familias y un diagnóstico de salud mental para aquellos más afectados.