Buenas tardes autoridades, directora, docentes, alumnos padres y apoderados. Hoy escribo está palabras con mucha gratitud hacía un establecimiento y sobre todo hacía dos tías muy queridas. Un establecimiento que nos recibió fuera de fecha y en un muy mal momento, Dónde como padres y familia estábamos pasando una experiencia muy triste y traumante, un ingreso que se supone que debía ser el más feliz de nuestras vidas, Dónde depositamos toda nuestra confianza y nuestro mayor logro, nuestro hijo,. Un colegio de alto prestigio del valle del Aconcagua que se volvió una gran pesadilla, una pesadilla que quitó, seguridad, confianza, felicidad y se volvió un gran retroceso en la vida de nuestro hijo, un Trauma que al día de hoy no se ha superado, pero Gracias a la Escuela María Leiva de Ibáñez con su directora, sus docentes y especialmente gracias a la Tias Claudia y catalina, mi hijo a podido avanzar, recuperar confianza y seguridad.
Hoy como padres y familiares estamos más que agradecidos, Gracias a uds y al colegio completo puedo decir que mi hijo a vuelto a sonreír, a vuelto a creer en la sociedad, en que hacer amiguitos no es malo como el pensaba. Hoy quise hacer esta carta en agradecimiento hacia este bello colegio y a la vez entregar un pequeño consejo, consejo que habla a través de la experiencia. No miremos estructura y tamaño al momento de buscar la educación en nuestros hijos, no busquemos el “mi hijo ya va en segundo y sabe leer”, no busquemos el colegio por qué mi hijo sabrá inglés, francés o italiano.
La Formación No hace solo a la persona para el futuro, ser cuadrados y dar solo tareas no es educar, es más bien formar personas sin valores, seres déspotas y casi sin corazón, dónde ya en dichos establecimientos no enseñan a ser solidarios, dónde no conocen la palabra respeto, y dónde desde chiquititos no enseñan a qué si le pasa algo a un compañerito no deban reírse. Busquen algo más bien pequeño, dónde sabes que serán poquitos alumnos pero que a la vez sabrás que estarán más preocupados de cada uno, quizás muchos digan aaa pero en el María Leiva llega solo hasta sexto y son súper poquitos (me ha tocado oír) además de ser un colegio de barrio, pues aquí les digo y con mucha fe y cariño, que este colegio enseña lo más importante que un ser humano necesita para la vida, Educación, valores, solidaridad, compañerismo, confianza y amor.
Gracias al colegio por abrirnos las puertas, gracias Directora por ayudarme en los momentos más complejos, pero sobre todo Gracias tías por ayudar a mi hijo, gracias por ganarse su confianza, gracias por entregarle cariño y amor, gracias por la paciencia, gracias por hacerle sentir como en casa y disculpen si algunas veces le fallamos, como en alguna presentación o algo que tenga que ver con público, pero que sepa que simplemente salía de nuestras manos. Y que sabemos que le deformaba todo el cuadro. Agradecidas eternamente con uds queridas tías. Y solo pedirle a sus tías nuevas que tengan paciencia un poquito más de paciencia en su vaso con mi hijo, aún que sé que no será necesario pedirlo. Despedimos un ciclo lleno de cosas bellas, un ciclo donde algunos salen sumando y restando, mientras otros salen casi leyendo. Gracias por la entrega queridas tías, gracias por la real vocación y educación que enseñan a nuestros queridos hijos.
PD: hago un llamado a las autoridades aquí presente en que inviertan más en colegios rurales, se que lo hacen, pero inviertan un poco más en tecnologías, en juegos, en infraestructura, en más docentes etc. Quizás con esas pequeñas ayudas ya no sea solo un colegio de sexto y se vuelva un colegio de 8vo o media, hagamos de los colegios rurales mejores que los particulares. Para que el día de mañana no tengamos que llevarnos a nuestros hijos por obligación. Me despido atentamente y muchas gracias queridas tías Claudia y Catalina.