El grupo familiar lo conforman 8 personas entre niños y adultos mayores de una población de Putaendo.

Por Patricio Gallardo M.

Una grave situación en la cual incluso acusan discriminación por parte de la SEREMI de Salud, vive una familia de Putaendo en cuyo grupo familiar hay dos casos positivos de COVID-19, lo que ha obligado a los ocho integrantes de la familia que residen en una pequeña población a tener que levantar carpas para habitarlas y poder llevar de mejor manera la cuarentena que hoy viven junto a los dos casos positivos.

Putaendo Informa supo de este caso gracias a vecinos de una población del sector céntrico y pudimos comunicarnos telefónicamente con Valentina, quien nos confirmó que el primer caso positivo se registró con su suegra de 69 años, y luego el domingo recién pasado día en que recabamos los antecedentes su hijo de 15 años también dio positivo, por lo cual, tomando en cuenta que el grupo familiar lo conforman ocho personas y teniendo solo cuatro habitaciones, debieron levantar un par de carpas para dormir en un pasillo y así tratar de realizar una cuarentena de mejor manera y evitar mas contagios.

Mujer se siente discriminada por padecer de “crisis de pánico”

Valentina nos indicó que gracias a gestiones realizadas por el CESFAM de Putaendo, la contactaron desde la SEREMI de Salud para enviarlos a una residencia sanitaria, y donde les realizaron una encuesta telefónica para pedir datos de todos los que serían trasladados, lo que incluía tratamientos, medicamentos y/o alguna enfermedad de base, momento en el cual ella le indicó que padece de cuadros de “crisis de pánico”. “Les dije que sufro de crisis de pánico y que estoy siendo atendida en el área de salud mental por un sicólogo y un psiquiatra, me preguntaron si yo alguna vez intenté quitarme la vida y les dije que nunca lo he hecho, que mi última crisis de pánico que está registrada en mi ficha es de Octubre del año pasado, pero que efectivamente en un momento de una de mis crisis pensé la idea de quitarme la vida pero nunca lo intenté, y me dijeron que no me preocupara, que arreglaramos los bolsos, que nos preparáramos porque nos trasladarían a residencia sanitaria”, indicó Valentina.

La mujer agregó que 24 horas después le avisaron que estaba todo listo para venir a buscarlos, pero, en horas de la tarde desde el CESFAM le indicaron que la solicitud a residencia sanitaria había sido rechazada por la SEREMI por sufrir crisis de pánico, mientras que posteriormente recibió un segundo llamado telefónico desde la SEREMI, indicando que no serían trasladados porque no habían cabañas disponibles, lo que la obligó a corroborar nuevamente con el CESFAM, cual de la dos versiones era efectiva, y comprobando nuevamente que la razón era el rechazo de la SEREMI por sufrir crisis de pánico.

Valentina dijo además que no entendía la decisión de la SEREMI pues hoy tienen otro adulto mayor que ha presentado síntomas, como fiebre y malestar y la idea era estar en residencia sanitaria para enfrentar esta cuarentena de mejor manera, y se vieron obligados a tener que improvisar carpas para mejorar la cuarentena en su pequeña vivienda.

Consultado el CESFAM de la comuna de Putaendo, Juan Madariaga, indicó que efectivamente hicieron las gestiones para enviar a la mayor parte del grupo familiar a una residencia sanitaria, reconociendo que la SEREMI de Salud rechazó la solicitud debido a un diagnóstico que ellos como SEREMI consideraron no era apto que la mujer estuviese en una residencia sanitaria.

La pregunta entonces, es totalmente válida ¿será tan grave y delicado sufrir de crisis de pánico?, y si se toma en cuenta que el grupo familiar lo componen ocho personas, y tal como lo han indicado las mismas autoridades, habiendo dos casos en un grupo familiar es considerado “brote familiar”, ¿por qué no se tomó la decisión de trasladar a una residencia sanitaria a los mayores de edad y dejar en la vivienda a la mujer y sus dos hijos de 15 y 17 años?, lo que al parecer la SEREMI no consideró y lo concreto es que hoy esta familia está viviendo en carpas, para en una pequeña población de Putaendo, enfrentar una cuarentena obligada con dos casos confirmados y con el temor incluso de que se puedan confirmar otros más de COVID-19.