Como todos los Domingos publicamos una crónica hecha llegar a nuestro medio por, por Christian Rodrigo Nuñez La Rosa, Cronista y recopilador de Historias. para Putaendo Informa.

Experiencias escalofriantes de personas muertas que volvieron a la vida, crónica para reflexionar sobre la vida después de la muerte.

Víctor Sueiro afamado escritor de origen argentino murió dos veces, mejor dicho, nació dos veces según el punto de vista que le quisiéramos dar, su experiencia le sirvió para dedicar parte de su carrera a debelar los misterios después de la muerte. En el año 1990 cuando tenía 47 años fue llevado al Hospital tras fuertes dolores en el pecho, en el nosocomio tras un infarto se le declara muerto, aunque continuaron con las técnicas de reanimación mediante el desfibrilador lograron que volviera a la vida, Víctor volvía a nacer o moría por primera vez. Su relato sobre lo vivido durante este tiempo es maravilloso, comenta “Vi una luz blanca que se acercaba y yo me iba acercando a ella al mismo tiempo. Todo era bello, puro, sano. Y sentía una inmensa paz”, describió Sueiro, aunque se ocupó de aclarar lo indescriptible de aquel momento. “Quería quedarme allí. Pero me trajeron de vuelta. Volví a mi cuerpo, volví a sentir lo que se siente cuando uno tiene cuerpo”. Víctor 17 años después ahora sí encuentra la muerte tras otro infarto al corazón, tenía 64 años y había soportado 10 angioplastias y 11 stents.

 

El amor de una madre por sus hijos es uno de los más fuertes que pueda existir, prueba de ello es la siguiente historia. Un matrimonio con su hijo viajaba de noche por una carretera prácticamente abandonada que servía de atajo para cruzar la montaña, sus continuas curvas, la estrechez de la calzada y la espesa niebla que cubría todo el trayecto hacía que aventurarse por ese camino al filo del abismo fuera realmente peligroso.

De improviso una mujer con la ropa ensangrentada se cruzó en la carretera obligando al padre de familia a frenar en seco, tras el susto el señor bajó del auto con la intención de ayudar a la mujer que muy alterada y llorando le explicó que había tenido un accidente y su auto había caído por un barranco. La mujer le rogó que la ayudara ya que su bebé aún permanecía en el vehículo atrapado entre los fierros y ella era incapaz de sacarle de allí por si sola. La caída era de varias decenas de metros y aunque el auto había destruido parte de la vegetación, mientras rodaba montaña abajo, de no haberle avisado la mujer muy probablemente nadie hubiese encontrado al bebé, mucho menos con esa neblina que impedía ver a más de dos metros, el hombre guiado por el llanto del bebe logro llegar hasta el lugar del accidente.

Al rato subió muy nervioso con el bebé en brazos y le pregunto a su esposa donde estaba la mujer. Esta le respondió que se había sentado en una piedra grande que había al lado de la carretera. Su hijo y ella se entretuvieron unos momentos tratando de llamar a los servicios de emergencias, pero cuando la volvieron a ver ella ya no estaba en ese lugar. Entonces el hombre se metió rápidamente en el auto con él bebe y le dijo a su mujer e hijo que hicieran lo mismo. A continuación, le dio partida al vehículo y se marcharon. Su mujer, muy asustada, le preguntó el porqué de salir rápidamente sin antes buscar a la madre del bebe, él le contesto que cuando llegaran a la próxima estación de servicio le contaría todo. Al cabo de un tiempo llegaron al lugar indicado y la mujer le pidió explicaciones a su marido. Este le contesto que cuando bajó y encontró el vehículo accidentado vio a la mujer que les había pedido auxilio sentada en el asiento del conductor, ella se encontraba muerta y fría, lo cual probablemente el accidente se habría producido horas antes de que ellos pasaran por ese lugar.

En el año 2008 ocurrió uno de los hechos más escalofriantes que se tengan recuerdos en nuestro país, un episodio del cual quedaron físicamente plasmados en una grabación. La protagonista es Nilda Bustos, ejecutiva de call center de la fundación Niño y patria, encargada de captación de nuevos socios para la institución, ella mediante llamadas a números aleatorios se contactaba con personas que quisiesen aceptar formar parte de esta linda obra. En uno de los tantos llamados se conectó con el más allá. La llamada que contacto en un comienzo nada la hizo sospechar de algo raro, ella saludo y se presentó diciendo de donde estaba llamando, luego consulto el nombre de quien había respondido y con voz muy clara se escucha “Gonzalo Vargas”, la ejecutiva procedió a explicarle de que manera ayudan a los niños y como podían canalizar su ayuda, luego le pregunto si quería ser parte de la institución como socio, ante esto don “Gonzalo” le contesto que tendría que conversarlo con su señora porque ella era quien tomaba esas decisiones y que le regresara el llamado en horas de la tarde. Nilda Bustos cumplió con la promesa y con la esperanza de encontrar una respuesta positiva a su petición volvió a llamar, esta vez la persona que contestaría el llamado era una mujer y ella presumiendo que era la esposa de don Gonzalo le pregunto si efectivamente era la señora, la que contesto positivamente, luego le explico la conversación que había tenido con su marido en la mañana, ante esto la dama contesto que era imposible ya que su marido había muerto hace 14 meses, nuevamente la ejecutiva pregunta si habrá sido otra persona entonces la que contesto o algún hijo, ante esto la señora de don Gonzalo Vargas responde que hace algún tiempo vive sola y que esa mañana estuvo haciendo tramites y pagando cuentas por casi todo el día, la incredulidad de apodera de la ejecutiva  pero cambia drásticamente de actitud cuando ve que la señora se emociona a tal punto de estar al borde de las lágrimas, además le confirma que estuvieron casados por más de 40 años, que fueron muy unidos y que efectivamente ella era la que siempre tomaba las decisiones en la casa, luego comenta que su marido murió trágicamente en un accidente mientras veraneaban, además varias personas le habían comentado que vieron a don Gonzalo, finaliza con un “ ojala algún día me conteste a mí el teléfono.

En una entrevista posterior la ejecutiva de la institución de caridad comenta que volvió a llamar a la señora y esta le comento que se entrevistó con un cura, quien le dijo que su marido al tener una muerte repentina su alma aún no se había dado cuenta que estaba fallecido, en lo referente a la llamada en sí, recuerda que la conversación fue muy fluida y que al escuchar la voz la encuentra que es muy limpia, sin sonidos de respiración algo que hasta el día de hoy le llama la atención.

Hace aproximadamente un año en Viña del Mar se vivió un caso muy particular de mano de las nuevas aplicaciones móviles. Mauricio Delgado chofer de Uber recibe un pedido de viaje a eso de las 03:20 de la madrugada, la dirección solicitada es 20 Norte 1240, al llegar al lugar pactado este corresponde al cementerio de Santa Inés, espera 5 minutos y al no llegar el pasajero baja para consultarle al guardia que estaba en la caseta, le indica que no hay nadie en dicho recinto y que él no ocupa dicha aplicación, el chofer le reitera que el servicio fue solicitado por Alexis, ante la nueva negativa se sube a su auto y le devuelve el llamado a su supuesto pasajero pero constata que el numero registrado no existe, luego con asombro siente que auto se mueve con la misma sensación de cuando alguien se sienta en el asiento trasero, no siendo esto suficiente la aplicación le da inicio al viaje como si el pasajero lo hubiese tomado.

En Valparaíso, un joven paseaba por la costanera de noche, cuando de frente se encontró con una muchacha que lo miro sonriente y que también paseaba a esa hora, intercambiaron algunas palabras y comenzaron a caminar juntos, hablaron de cosas triviales, del clima, las estrellas y el mar, ella en un instante comienza a sentir frio, el cordialmente le ofrece su chaqueta la que ella acepto, mientras la abrazaba aprovecho para besarla, la muchacha se molestó y decidió irse argumentando que ya era muy tarde, él se ofreció a ir a dejarla a su hogar lo cual es negada terminantemente por la joven, esta le regresa la chaqueta con la cual se había cubierto pero él respetuosamente le insiste que no se preocupe que al día siguiente la ira a recuperar a su domicilio a la hora que estime conveniente. Luego de ponerse de acuerdo en el horario ella le indica la dirección donde se debe dirigir, la calle de referencia y como lugar clave un gran portón negro, luego camina dos cuadras derecho hacia adentro y doblas a la derecha allí estaré yo. Al día siguiente y a la hora señalada el impaciente joven ve como aquel portón de referencia era la entrada al cementerio, sonrío e inmediatamente pensó en la broma que le había jugado la muchacha y en su prenda que seguramente ya no recuperaría, ante la curiosidad siguió caminando hasta las coordenadas que le había dado y con sorpresa ve que su chaqueta estaba colgada en una cruz de una tumba, al retirarla con estupor observa que en la descripción de la lápida aparece el mismo nombre de la mujer que había besado la noche anterior.

Nos vemos el próximo Domingo.