Jaquelin Munizaga Espinoza, es la madre del joven apuñalado la noche de este lunes en las inmediaciones de la Gruta de Lourdes, en calle Nueva Chacabuco cerca del centro de Putaendo. En una emotiva conversación con nuestro medio abordó el crítico estado de salud de su hijo, quien permanece en la UCI del Hospital San Camilo, y asegura que literalmente se ensañaron con él.
Con la voz quebrada y conteniéndose para no romper en llanto. Así comienza la conversación que Jacqueline Munizaga Espinoza tuvo con nuestro medio, sólo unas horas después de que su hijo fuera intervenido quirúrgicamente tras recibir una puñalada que le perforó el tórax, el corazón y un pulmón, heridas que lo mantienen en riesgo vital en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital San Camilo de San Felipe.
Después de algunas horas de sueño, o tal vez de desvelo, la madre de Juan Carlos Berríos relata los difíciles momentos que ha debido enfrentar luego que su hijo fuese violentamente agredido en las inmediaciones de la Gruta de Lourdes, a unos pocos metros de la Plaza de Putaendo la noche de este lunes.
“A las cuatro de la mañana terminó la primera operación. El médico dice que tenemos que esperar 48 horas porque no saben la magnitud de la herida en su corazón, hizo todo lo posible por cerrarla, pero más adentro ellos no pueden saber. Si el corazón sigue sangrando no se puede hacer nada más” expresó Jacqueline, agregando que además su hijo recibió fue atacado en la frente, cerca de uno de sus ojos.
“SI ME LLEGA A PASAR ALGO, YA SABES QUIENES SON”
Con mucha impotencia, Jacqueline Muñoz afirma que la noche del lunes en aquel sector fueron dos los sujetos que atacaron a su hijo. “Es ridículo que al tipo que lo apuñaló en la frente hoy lo tengan como testigo. Se lo dije a Carabineros, intenté hablar con el teniente (Marcelo González, Jefe de Tenencia) y supuestamente no estaba. Yo no puedo perder el tiempo, yo tengo que estar con mi hijo” reclamó.
La mujer recuerda que el pasado sábado, su hijo ya había recibido una puñalada en la pierna. “Ese día llegó, fue a mi casa y me dijo mamá, si me pasa algo tu ya sabes quienes son, porque son los que siempre me han amenazado y me quieren matar”
“ÉL QUERÍA CAMBIAR”
“Mi hijo estaba cambiando, se vestía bien, hasta tenía un celular cuando nunca tuvo uno. El quería cambiar y estaba esforzándose para eso”. Las palabras de su hijo, pronunciadas pocos días antes de ser apuñalado, aún resuenan en la mente de Jaqueline.
Juan Carlos vivía con su pareja. Aquella noche – según relata su madre – fue ella misma quien le avisó que había llevado a su hijo hasta el Servicio de Urgencias del Hospital San Antonio debido a que él mismo se había cortado los brazos, según Jacqueline, debido a episodios de angustia provocados al no consumir drogas.
“Cuando llegan de vuelta, le habían puesto puntos y ella lo estaba cuidando. Cuando se recuperó le dijo que iba a la gruta a devolverle tres mil pesos a otra persona, seguramente por droga y ahí fue cuando lo apuñalaron. Mi hijo sólo se desvaneció en los brazos de ella y esta misma persona salió corriendo y se burlaba diciendo “quedó la grande”.
“SE LO ENCOMIENDO A DIOS”
“Mi hijo nunca anduvo en la calle, nunca anduvo botado. Siempre en la casa. Yo sé quien es mi hijo, y el hace tres semanas que vivía con esta niña (su actual pareja). “El estaba cambiando, andaba arreglado, había ido a buscar pega y no le había ido bien, pero quería tomar esta vida y pasa esto, no entiendo por qué hicieron esto si el solo iba a devolver tres lucas. Lo único que quiero en este momento es que mi hijo pueda salir de esto, y si no puede, entonces solo se lo encomiendo a Dios” lamentó.