El proyecto de más de 180 millones de pesos, financiado por el Gobierno Regional, aplaudido por los dirigentes deportivos y las autoridades locales, ha sido blanco de muchos cuestionamientos, desde que se comprobó que el tranque del club deportivo Alianza de Guzmanes, no era del tamaño que se había proyectado y ofrecido a los clubes.
Por ´Patricio Gallardo M.
Contar con riego tecnificado en 13 canchas del fútbol amateur de Putaendo, era una gran idea, que aseguraba un mejor uso de la escasa agua de riego, pero nadie sospechaba que las cosas se hicieron tan mal que será la Contraloría, y hay quienes aseguran que la propia Fiscalía, quien deba determinar si los millones gastados fueron o no bien usados.
Al parecer se confirmarían las denuncias que ninguno de los tranques construidos pueden almacenar los 500 metros cúbicos, que se suponían debían contener y por los cuales se pago en su totalidad.
Esto luego que dirigentes deportivos, que solicitaron reserva de identidad, concurrieron a la Contraloría Regional para denunciar los malos manejos, las irregularidades y eventuales delitos. Paradojalmente el Municipio recibió las obras sin observaciones y canceló en su totalidad, de los 180 millones.
Será el contralor regional, quien investigue y esclarezca lo ocurrido, ya que ninguno de los dos fiscales que han realizado un larguísimo sumario (más de 14 meses) han formulado cargos a los funcionarios investigados. Uno de los cuales renunció a la municipalidad a mediados del año 2019.
Varias son las preguntas que este nefasto proyecto, ha generado en los últimos meses.
¿Porqué Fabián Muñoz Administrador y Alcalde Subrogante nombró al ex director de Secplac como Fiscal si fue él quien hizo el proyecto, lo licitó y lo adjudicó a una empresa local que nunca había construido un tranque de riego?
¿Porqué ningún traque acumulador cumplió con los 500 metros cúbicos, si en la licitación se había consultado por el tamaño de los tranques y se había, ratificado ese volumen de agua a embalsar?
Como informaron los denunciantes, un reconocido topógrafo de la comuna, habría comprobado que los tranques son más pequeños a los solicitados.
¿Por qué se le mintió al Concejo Municipal cuando los dirigentes hicieron la denuncia y se afirmó que los tranques estaban bien construidos, si después debieron reconocer que era mentira, y construyeron otro más chico al lado?
¿ A quién se pretende proteger con sumarios que nunca terminan, que se dilatan sin que se aclare lo que pasó? Porque si todo se hizo bien, el Municipio no sale a decir que los rumores son infundados y que la plata fue bien gastada.
Estas y otras preguntas quedarán, al parecer en manos de la Contraloría, aunque todavía se espera que el actual Fiscal del sumario, cierre definitivamente la investigación y haga públicos los hechos investigados.
Si hubo o no fraude al Fisco, si fallaron los inspectores, si el contratista hizo las obras de buena o mala fe, solo lo sabremos en días o semanas más. Mientras tanto la pesadilla continúa y los socios y dirigentes de los clubes deportivos ya han sacado sus propias conclusiones.