Obispado de San Felipe de Aconcagua ya está encargado de la reparación de las consecuencias canónicas del doloso sacramento y no descarta interponer eventuales acciones legales. |
Fuente Losandesonline.
La celebración del matrimonio es uno de los días más maravillosos y esperado por una pareja; sin embargo, la realización de este sacramento católico se ha convertido en todo un drama para los “recién casados”, al descubrirse que quién unió sus vidas ante Dios era un falso sacerdote.
El particular hecho se produjo recientemente en la Parroquia Andacollo de San Felipe donde los enamorados novios -identidades que se mantienen en reserva- contrajeron nupcias, caso que ha hecho público a través de un comunicado el Obispado de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua y en donde también denuncia a un sujeto que se hizo pasar como presbítero, el que mediante su supuesta y convincente figura de religioso, acompañado de palabras del evangelio y consejos, embaucó al novio acordando su presentación el día de la boda.
“Informamos a la comunidad de nuestra diócesis que hemos tomado conocimiento sobre una persona quien dice llamarse Francisco Castro y se hace pasar como sacerdote, sin poder demostrar ninguna certificación ni credenciales que validen ese ministerio”, comienzan señalando en la nota emitida por el Departamento de Comunicaciones.
Se agrega que hace algunas semanas dicho hombre, “que usa el Tik-Tok @el_otro_francisco para visibilizar su supuesto sacerdocio, ofició bajo engaños un matrimonio en una comunidad de la diócesis”, advirtiendo que este tipo de acciones similares “han sido registradas en otras diócesis de Chile”.
Es por este motivo que el Obispado de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua “lamenta profundamente esta situación y a quienes eventualmente se hayan visto afectados por el oficio inválido que el Sr. Castro ejerció, como parte de su falso ministerio sacerdotal”.
De igual modo, se agradeció a quien alertó de la presencia de este falso cura y a otras personas “que ayudaron a la identificación de este impostor”.
A raíz de lo acontecido, el Obispado de San Felipe de Aconcagua “ya está encargado de la reparación de las consecuencias canónicas de esa dolosa celebración”, anunciando que no se descarta, en el ámbito civil, “interponer eventuales acciones legales en su contra”.
Finalmente, se hace un llamado a la comunidad diocesana y del Valle de Aconcagua “que es importante no dejarse engañar por cobros económicos o petición de donativos de parte del Sr. Castro”, advirtiéndose desde el Obispado que “todo sacerdote católico tiene credenciales que lo certifican como tal. Es por ello, que cuando no se conozca a un supuesto ministro, debe pedírsele las debidas credenciales y en lo posible alertar de dicha situación a la comunidad”.